viernes, 9 de agosto de 2013

Primer día de la Feria del Libro de Coruña

Impresionante. No tengo más palabras que decir. Me obnubiló.

En principio, recibí instrucciones de firmar durante una hora pero, intoxicado por mi carácter díscolo y bohemio, llegué sin quererlo una media hora antes a la caseta de la Feria del Libro de A Coruña. Y fue buena decisión, vive Dios.

Se vendieron todos los libros. Con sus dados y con mi firma en representación del resto de los autores.
Disfruté enormemente conversando con madres, hijos y abuelos. Explicándoles qué es un libro-juego, cómo les enseña a elegir, a aceptar, a luchar, a gestionar y a continuar ante las adversidades.

Dando el relevo al siguente autor, de incuestionable calidad a mi lado.

Es importante que señale que me llegaron al alma, especialmente, dos cosas :

- Una, las caras de los adolescentes cuando les explicaba en qué consistía el libro-juego. También de los padres o madres de mente expansiva que comprendían el valor educativo del mismo y las riadas de diversión que implicaban. Me gustó mucho una abuela que me lo compró para su nieto con ánimo de jugar juntos. Todos ellos me iluminaban.

-Dos, un matrimonio treintañero. Tenían una niña pequeñita, de unos dos años. Cegadoramente tierna. Me pidieron que le dedicase el libro a ella para que entendiese el mensaje unos diez años después, como si de una cápsula del tiempo se tratase. Me gustó mucho la actitud de esa pareja. Me encantó su forma de ver el mundo. A ellos, un sincero saludo de fraternidad.


Uno de los diez autores, posando en un júbilo que lo embarga de emoción (esta expresión es exageradamente literaria y a propósito).


Ha sido uno de los días más bonitos de mi carrera literaria. Noté a la gente interesada, preguntando, cuestionando. Vi estrellas en los ojos de muchos adolescentes. Vislumbré encenderse la imaginación en su alma. Curiosamente, muchos treintañeros (o de más edad) adquirieron su ejemplar con el afán de que les recordase una época de imaginación que disfrutaron a cierta edad. Porque... si algo tienen los libros, frente a los cuentos que narran los programas informáticos de PC, es que los primeros todavía conservan el poder de la imaginación.
Y todos sabemos que eso turba a cualquier ser inteligente.

En plena concentración y firmando...



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Sagaz como una cuchilla, intrépido como un explorador, dices...: