Mirad el siguiente enlace:
Estos chicos han planteado un dilema bueno. Si un ladrón roba una joyería y yo quiero advertir al vigilante de seguridad, le puedo gritar "¡Obstrúyele el paso!" e incluso "¡Sáltale al paso!" o también "¡Impídele el paso!". El problema se nos plantea si quiero usar la expresión "salirle al paso". ¿Por qué? pues porque no se puede escribir (que si pronunciar) "¡Sal-le al paso!". Esto es debido a que si lo escribimos bien, la doble L se convertiría en una LL y la pronunciación cambia ("¡Salle al paso!"). Pero claro, el uso del guión no es correcto para este caso.
Como soluciones yo propondría el guión como excepción o, rizando el rizo, una H muda que nos permita ganar una pequeña inflexión de tiempo necesaria para comprender la frase "¡Salhle al paso!", pero es muy forzado.
Otro dilema que planteé yo a la RAE en su tiempo es el siguiente:
Las crías de los animales (domésticos o no) suelen tener nombre propio: perro-cachorro / liebre-lebrato / ballena-ballenato / cerdo-lechón / vaca-ternera / caballo-potro / gallo-pollo / oveja-cordero / etc... pero ¿qué nombre tiene la cría del gato, ese animal tan doméstico como el perro? (no vale "cachorro", eso es de perro y como mucho se usa, por extensión, a todos los animales mamíferos).
La respuesta de la RAE no pudo ser más desoladora: no existe un nombre específico para la cría del gato.
Aún tenemos que mejorar.
Ayer, mi amigo Félix Aragunde (ese excelente traductor y corrector de gallego que me ayuda tanto) aportó una solución natural y lógica: "¡Sálele al paso!".
ResponderEliminarComo siempre, me vuelve a dar un limpio tocado. Excelso.
Chámase epéntese. É un recurso que permite engadir unha letra para facer pronunciable unha palabra. Tanto por conxugación como por tempo verbal, penso que esa é a solución lóxica e natural.
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